¡Pobre de mi Bochin!.

Cada vez que veo a Bochin me invade una pena por que cada día lo veo más flaco ya no quena nada del Bochin rechoncho que pasaba todo el día durmiendo, ahora esta cada vez mas flaco saben estoy más que segura que su pérdida de peso se debe a la tristeza por haber perdido a Miusi es que ambos eran la pareja perfecta se llevaban bien jugaban y compartían todo hasta la pelotita de trapo cosa que no ocurre con Rosita a si es como la lamamos a la gata preñada que trajo mi mamá, se recuerdan ya les había contado algo de ella.

Rosita es una gata media chúcara no acepta caricias y se pone a maullar como si quisiera morder a mi pobre Bochin, Bochin intenta jugar con ella pero la gata no quiere mas me parece que esta mal humorada por su pansota que pareciera que esta arrastrando una enorme carga, la pobre camina ¡con que! paciencia saben le fue difícil acostumbrarse a nosotros a un inicio no salia para nada paraba escondida en la parte más oscura de la casa y sólo salia para comer, pero ahora saben llego a quererme ¡hasta me sigue!.

Pero pobre de mi Bochin precisamente ahora que estoy frente a la computadora y él esta a mi lado sentado en una silla que precisamente puse para él, saben mi preocupación por su salud se acrecentó porque mi tía que vino a casa casi después de de un mes me hizo un reclamon:

Tía:¡Qué paso con el pobre gato!

Yo: Porqué tía?

Tía:( enojada) No me vas a decir que no te das cuenta que esta escuálido seguro no le das de comer.

Yo: Tía como vas a decir eso, si le doy de comer lo que pasa es que no quiere a perdido el apetito ya ni come el pollo que tanto le gustaba.

Saben antes me reclamaban que le daba mucha comida hasta el colmo que me decían que yo sería la culpable si llegaba a morir por que estaba muy gordo. Bueno lo único que me queda por hacer es tenerle paciencia y tratar por todos los medios de que coma.