Desde el inframundo.

En esta oportunidad les contaré algo que tal vez ya muchos han oído en el colegio o que sus padres se los contaron cuando eran niños en una noche de esas cuando no podían dormir, pero eso si la historia la modifique a mi manera para ya no seguir con lo mismo, pero creo que en realidad lo cambie todo y que únicamente tome el titulo.

La Cabeza voladora De La Bruja.

Hace mucho tiempo un joven se había comprometidido con una linda señorita. Pero ella solía decir a su pretendiente que no le visite los días viernes ni los martes por que tenía compromisos a los cuales no podía faltar, pero los meses pasaban y él se hacia siempre la misma pregunta: ¿Por qué no quiere que la visite los días viernes y martes?.

El joven se ponía impaciente cada vez más, y decidió visitarla un día martes, llegado ese día el joven caminó en dirección a la casa de su prometida, y al llegar a ella toco una y otra vez la puerta y cansado de que nadie respondiera decidió ver por el agujero de la puerta y que susto y desesperación sintió al ver el cuerpo de la mujer a quien amaba postrada en la cama pero este cuerpo estaba sin cabeza y sólo se oían unos ruidos: qar- qar qar, entro en la casa desesperado pensando que se trataba de un homicidio pero no fue así por que no había rastros de sangre y cuando toco a su amaba temeroso, se dio cuenta que el cuerpo estaba caliente y su corazón latía pero eso lo asusto aún más y con gran temor se acerco al cuello y vio que no había signos de que halla sido degollada, en entonces su sorpresa fue grande e inexplicable.

Recordó algo que le contaron en su niñez, busco un poco de ceniza y lo hecho en el contorno de cuello de su amada de quien pensó que podría ser una bruja.

Luego de la hazaña escondido bajo la cama espero impaciente que pase algo inesperado en esos momentos la cabeza volvió a su cuerpo pero ya no pudo unirse a el.

La sorpresa del joven fue grande que no supo que hacer y permaneció ahí por tres días y dos noches y la cabeza de la señorita daba gritos de lamentación maldiciendo al que le hizo ese terrible daño, pero como ya no podía regresar a su cuerpo este empezaba a descomponerse y envejecer repentinamente hasta que no mostraba signos de vida, y del joven lo único que quedo fue un ser agobiado en sus pensamientos y no mencionaba palabra alguna.