Desde el inframundo.

Saben la vida y la noche están rodeadas y llenas de misterios inexplicables que muchas veces pasan desapercibidas porque todo lo vemos como tonterías o creencias que nos inculcan nuestros abuelitos ja ja, les deberíamos creer que dicen ustedes?. Bueno hoy les contaré una historia que en lugar de ser de terror es de misterio espero que les guste.

El Hombre Vestido De Negro.

En una casa colonial propia de su época, vivía una familia española de alta alcurnia, conformada por los padres, ambos muy queridos y dueños de haciendas del lugar y padres de tres bellas hijas.

Con la llegada del cumpleaños de una de ellas organizaron una celebración que se llevo a cabo con gran esplendor probablemente la fiesta era de la hija más bonita, a eso de las once de la noche cuando la fiesta seguía muy animada, de improvisto se abrió con gran estrépito la puerta de la calle para dar paso a un caballero elegantemete vestido de negro, de tez sonrosada de abundante barba media rojiza, alto y de un porte envidiable.

El caballero a quien nadie conocía y sin que pudiera explicar su presencia, fumando un gran cigarro que desprendía chistas y un olor fétido, ingreso a la sala en donde se desarrollaba el baile y pidió a los concurrentes que abandonaran la habitación. Los invitados y dueños de casa aterrados por esa parecencia unos trataron de salir del salón mientras otros se arrodillaban para rezar y de este alboroto y pánico el caballero de negro aprovecho para desaparecer a la dueña del cumpleaños y desaparecer tan misteriosamente como había llegado.

Así en esta forma tan misteriosa, concluyó la fiesta. Los amigos de la familia regresaron al día siguiente con el objeto de averiguar como había sucedido las cosas, pero con gran sorpresa comprobaron que la mansión había sido abandonada sin que nadie dé razón del lugar donde se encontraban los dueños, de quienes no se supo nunca nada más, desaparecieron así de la nada sólo encontraron la casa con todas sus pertenencias tal cual estaba el día de la fiesta, pero en el interior todavía se sentía ese olor fétido que emanaba del cigarro que fumaba el hombre de negro..

Desde aquel suceso el jirón donde se ubicaba la casa se le conoce con el nombre de la calle del "bolsillo del diablo".