Desde el inframundo.

Antes que nada les digo que no tiene nada que ver con la novela María de Jorge Issac.

La Promesa.

Hace mucho tiempo cuando la sociedad era otra, hubo una pareja de enamorados a esta relación se oponían muchas personas una de ellas era la familia de ambos por que para ellos ninguno era la pareja apropiado, y ninguna aceptaba esa relación y por tal motivo los padres de Julian Sosrelen (así era como se llamaba el muchacho) prepararon un viaje para él poniendo como pretexto que tenía que atender unos asuntos de negocio que su padre no podía solucionar y que ese viaje duraría poco tiempo.

Pero las intenciones de sus padres era de mandarlo de viaje por dos largos años, al enterarse del viaje que sus padres habían planeado para él decidió buscar a Camila su amada, se en encontraron una noche antes del viaje donde Julian le entrego un anillo en signo de su amor y se juraron que se esperarían y que ni la muerte ropería ese amor que se tenían.

Paso un año y las cartas que Julian enviaba a Camila nunca llego a las manos de ella, Camila perdía las esperanzas de volverlo a ver porque ni siquiera tenía una solo noticia de él durante todo ese año. Pasaban los días hasta que un día inesperado Camila sufrió un accidente lo cual le causo la muerte y fue enterrada con el anillo que Julian le dio antes de partir.

Un muchacho que presenciaba el funeral se dio cuenta del anillo y decido regresar al cementerio por la noche para hurtar el anillo, desenterró el cadáver y no pudo quitarle el anillo por lo cual cogió un cuchillo y corto el dedo de Camila marchándose luego, ya por la noche cuando el muchacho se encontraba en su casa derrepente alguien toco la puerta y él al ver por la ventana vio a una hermosa joven y decidió abrir, la joven le dijo: Que por favor si le pudiera dar un vaso con agua por que sentía una sed que no la dejaba y el muchacho la hizo pasar y cuando vio que le faltaba un dedo le pregunto: Señorita que le paso para que perdiera su dedo y quien fue él causante.

Camila lo vio fijamente y le respondió con un grito espantoso: Eso me lo hiciste tú! y en lugar de dedos tenía unas garras que acabaron con las vida del desafortunado muchacho.