¡Cómo pedirle al tiempo que no pase!.

Durante mi soledad se presentan a mi mente una y otra interrogante que es difícil de contestar o darle una justificación adecuada, una de ellas es:¿Quién pudiese detener el tiempo? ni un genio en las matemáticas lo aria con la suma, multiplicación, división y calculos por que sencillamente todas estas operaciones son inútiles para detener el tiempo, ni el químico con su busqueda desesperada de la alquimia, ni Freud con su Psicoanálisis pudiesen impedir el pasar del tiempo.

Cuántos de nosotros en algún momento de nuestras vidas ubieramos querido detener el tiempo talvez con el propósito de prolongar un momento de felicidad pero por caprichos de la naturaleza sólo transcurre el tiempo dejando todo como un siemple recuerdo o como algo que ya paso, en todo esto lo chistoso de la vida es que los momentos de dicha son los que vagamente recordamos pero los momentos de tristeza lo sientes como si recién los ubieras vivido.

Pero no es la única razón por la que quisiera detener el tiempo, tambien es por que ya no queda nada de la niña, adolecente; sería una tonta y ciega si no me diera cuenta de eso cada vez que me veo al espejo y pensar que dentro de algunos años ya no sere la hijita de papá y que quizá tomare el papel de madre cosa que me asusta, muchos dirán que es una inmadurez pensar de esa manera pero eso es lo que siento en estos momentos.