Desperté con el pie izquierdo.

No esperaba que me pasarán tantas cosas en un solo día, la racha de mala suerte comenzó en la mañana cuándo se acabo el gas precisamente en el momento que preparaba el arroz ojo no es que me dedique a la cocina sino que hoy me tocaba preparar el almuerzo, ya que me encontraba en apuros comencé a buscar el número del repartidor de gas (cuánta falta ha sía mamá porque ella saldría rápido de estos apuros) pero lo malo era que no sabía por donde empezar a buscar los números de los pedidos domésticos tuve que buscar por toda la casa, bingo lo encontré pegado a un extremo del repostero, y al llamar no sé imaginan:

Vendedor: Aló z gas.
Yo : Aló buenos días, por favor mandeme un balón de gas a la dirección tal....
Vendedor: Niñita páseme con una persona mayor.
Yo : Disculpe esta hablando con alguien mayor.
Vendedor: Niña si no pones al teléfono a tus padres o a alguien mayor no podré atender tu pedido.
Yo :(disgustada) Señor soy mayor de edad y me urge el gas.
Vendedor :Mocosa no insistas (colgó como si él fuera el ofendido)
Qué cólera, tuve que llamar a otro número y por suerte sí atendieron mi pedido, pero el almuerzo estuvo incomible ni Toffy quiso tragarlo, la mala suerte no termino allí lo de la tarde fue peor cuando fui al banco a pagar una cuenta, supuestamente creía que había llevado el dinero completo y le exigí al que cobraba que contará una y otra vez el dinero, que roche! tuve que salir sin pagar. Ya no quería cometer más errores por eso decidí regresar a casa, subí a un taxi para llegar más rápido y ni se lo imaginan el chofer me llevo a otro lugar y cuándo le reclamé tuvo el descaro de decir que yo le dije esa dirección y no fue sólo eso si no para colmo me dijo: mamita deberías tomar caldo de loro porque no se te oye ni pió.

Lo único que me quedaba era subir a otro carro porque quería regresar a casa para dormir y así terminar con este día que pareció una maldita pesadilla de la cual quería despertar.